A los niños no sólo les gustan las patatas fritas, el ketchup y los dulces, sino también las patatas, los fideos, los sándwiches, la fruta, las verduras y la leche, entre otros. Así lo descubrió el Instituto de Investigación para la Nutrición Infantil en Dortmund. Los investigadores concluyeron que los niños piensan en una dieta equilibrada. También observaron que dan de comer a los niños pequeños demasiado tiempo "del tirón".

La prueba del pudín está en el comer
A más tardar con un año, los niños no necesitan ni comida ni embutido extra. Necesitan comidas en común y la posibilidad de elegir entre una gama manejable. Si en la mesa hay patatas, fideos o arroz, verduras o ensalada y carne o pan con embutido, queso y verduras crudas, cada niño encontrará algo de su gusto. No está de más comer patatas o fideos, un trozo de queso o una rodaja de salchicha.

"Siente a qué sabe".
Este es el nombre de un programa de FH-Fulda que despierta en los niños el deseo de comer con todos los sentidos. Pueden picar, oler, tocar, comer con los dedos y probar. La experiencia demuestra que incluso los escolares disfrutan de alimentos que los padres pensaban que su hijo "nunca" comería. En principio, sin embargo, los hábitos alimentarios son moldeados por los educadores, según Johann H. Pestalozzi, que dijo "La educación es el ejemplo y el amor, nada más".

Autor: Brigitte Neumann